La cerca silenciosa del coneixement
[…]cuando Elías, que se encontraba en la gruta del Monte Horeb, fue llamado a la presencia del Señor, un fuerte viento sopló desde las montañas y quebró la roca. Sed non in vento Dominus, dice la Vulgata, pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento llegó un tumulto de tierra y aire, mas non in commotione, non in commotione Dominus, el Señor no estaba en ese tumulto. Y después del tumulto llegó el fuego, mas non in igne Dominus, pero el Señor no estaba en el fuego. […] ...